Segunda entrega de Fantastic Four (05) en la que los héroes se enfrentan al enigmático e intergaláctico Silver Surfer, que pretende la destrucción de la Tierra.
El compositor sigue la línea melódica de la anterior entrega -con la inclusión del tema principal- y recrea la acción y tensión con la música. Lo más notable es la aportación del tema del villano, que funciona como poderoso e imponente contratema, que domina buena parte de la partitura y que se caracteriza por cierto tono etéreo, a lo que ayudan los sintetizadores