Un hombre recibe por herencia una mansión que guarda una maldición, relacionada con la bella durmiente.
Banda sonora en la que el compositor integra cánticos sacros en latín, coros, música sinfónica e instrumentos étnicos para recrear entornos góticos, de turbación. Es especialmente notable en todos sus momentos corales, donde las músicas de la oscuridad y las tinieblas se expanden generando una inquietante impresión de belleza y armonía, como si aquello que representaran buscara la luz y la salvación, con gran intensidad lírica y dramática, y cierto desgarro. Son temas muy elaborados, exquisitos, que funcionan unidos y que se aplican también para enfatizar el misterio y darle entidad a las tinieblas. En lo que resta, es menos interesante, aunque también hay belleza en las músicas aplicadas para el contraste, y es una banda sonora en su conjunto débilmente estructurada y algo colapsada y confusa en su discurso.