Adaptación de la comedia de Edmond Rostand con las aventuras de un poeta y espadachín acomplejado por el tamaño de su nariz que corteja a la mujer a la que ama mediante un bello intermediario.
Banda sonora que evoca la música habitual en el género del cine de aventuras y que también está dotada de sentido romántico con elementos barrocos. La abundancia de diálogos en la película y la necesidad de hacerlos asequibles a los espectadores obliga a la música a transmitir muchas de las emociones que se recitan, para hacerlas inmediatamente comprensibles a los espectadores.
Partitura variada y extensa, en la que se subrayan todos los aspectos destacados del texto y facilita la comprensión de las emociones del protagonista, dinamizando sus distintas aventuras. Su tratamiento sinfónico es muy espectacular y, en lugar de elaborar música de época, el compositor crea una partitura nueva y original, con tintes que remiten al período donde se desarrolla la acción.