Proyecto no cinematográfico, que el compositor presentó como video-arte en torno a la relación de Salvador Dalí con el cine. Comenta el autor que "quise extraer la parte más transgresora, extravagante y visceral del genial pintor catalán y llevarlo al terreno de la música, dando un tono anárquico, algo salvaje. Fue un reto combinar elementos muy dispares entre sí, pero dándoles una continuidad lógica". Se incluye, junto con otras bandas sonoras, en el recopilatorio II Jerry Goldsmith Awards (97).