Videojuego de acción y survival horror ambientado en un entorno postapocalíptico de mundo abierto, dos años después de producirse una pandemia que transformó a millones de personas en “fenómenos”.
(Reseña de Ignacio Marqués Cuadra)
Banda sonora que se desarrolla en dos bloques musicales: uno para la recreación de lo hostil, que fundamentalmente se aplica en los momentos de acción y resultan de gran efectividad cuando las masas de zombis persiguen al protagonista, logrando algunas situaciones muy frenéticas y desasosegantes; y el otro bloque está formado por bella música lírica, con influencia e instrumentación country, y abundante empleo de guitarra con algunos elementos rockeros, muy a juego con la condición de motorista del protagonista u otros personajes. Estas músicas contrastan con las otras a modo de anhelo esperanzador, siendo lideradas por un bello y sencillo tema principal que también se utiliza para cubrir algunas necesidades dramáticas de la historia. Sin resultar singularmente destacable en ninguno de sus apartados, en su conjunto, resulta una banda sonora bien hecha, que sí es sólida y efectiva en su planificación y aplicación.