Los avatares de un joven y humilde violinista cuando se ve involucrado en una aventura sentimental con su patrona.
Partitura en la que el compositor contó con la colaboración del violinista Isaac Stern y en la que se contienen transcripciones de obras concertistas propias (una de ellas, su Carmen Fantasy), y que en su conjunto es un enérgico recital de música muy seria y sentida, romántica y apasionada, que en la película adquirió un protagonismo completo.