En un futuro no muy lejano, los últimos supervivientes del Planeta Tierra son un grupo excéntrico de criaturas abismales. Una catástrofe hará que un pequeño pulpo y sus amigos tengan que emprender un peligroso viaje para poder salvar a todos.
El compositor firma una banda sonora sinfónica dispuesta para el énfasis de la acción y las aventuras y también para la narración. Evoluciona a partir de un retentivo y muy sencillo tema principal, al que recurre con frecuencia como referencia, pero su poderío e intensidad van perdiendo fuerza a medida que avanza el filme, debido a que acaba siendo más cita que explicación y también al deficitario apoyo que encuentra en los poco sustantivos temas secundarios, y al estorbo de unas canciones pedestres e irrelevantes. Al final acaba por ser una banda sonora de buenas intenciones pero incapaz de levantar la película ni hacer nada especialmente interesante en ella.