En el Siglo XVIII, Casanova llega a Londres después de haberse visto obligado a exiliarse. En la ciudad se topará en repetidas ocasiones con una joven prostituta, por la cual se siente tan atraído que se llega a olvidar del resto de mujeres.
El compositor aplica una creación ambiental y dramática que arranca de modo poderoso con un tema moderadamente oscuro, turbio, que servirá para enfatizar las contradicciones del protagonista, a quien dedica un tema en similar línea, con inclusión de música barroca. En lo que resta, es una banda sonora que no acaba de consolidar sus pretensiones ambientales y narrativas, y cuyo interés se va diluyendo a medida que transcurre el filme, asentándose en una rutina algo acomodaticia.