Filme basado en un hecho real sobre un neurólogo que aplicó un medicamento de su creación sobre un paciente que sufría de encefalitis y éste experimentó una milagrosa mejoría, aunque sólo por un breve espacio de tiempo.
Bella partitura de sentidas y delicadas melodías con las que el compositor dotó de elegancia al filme, dignificó el sufrimiento del personaje y marcó una pauta que, a pesar de su nostalgia, era claramente optimista.