Videojuego, expansión de Destiny (14).
Reseña de Ignacio Marqués Cuadra:
Notable continuación de la saga que, tras el camino de oscuridad y violencia tomado en la anterior expansión, Destiny: The Taken King (15), los compositores vuelven a adentrarse en los terrenos luminosos y épicos del juego matriz haciendo un soberbio uso de los coros y la música sinfónica heroica, con momentos también elegíacos o ambientales, muy bellos. Se desarrolla un nuevo tema central, muy solemne y majestuoso, que funciona de modo excelente como máximo referente de la aventura y se le saca muy buen provecho mediante numerosas variaciones. Se rescatan también otros temas recurrentes de la primera entrega, haciendo que ésta sea una banda sonora cimentada sobre unas bases temáticas muy sólidas y de una gran riqueza melódica, pero también muy variada pues tampoco deja de incidirse completamente en los terrenos ambientales de lo violento y apocalíptico, como contraste de las otras músicas mediante el uso de la electrónica. Es un muy estimable nuevo aporte a la saga que, lejos de ser una continuación lineal, consigue abrirse a nuevos horizontes musicales y desarrollarlos, como hicieron en la anterior expansión, haciendo que todas las entregas de la saga conformen un universo absolutamente homogéneo pero de gran extensión y amplitud musical, cada una con su personalidad propia.