Scott Fitzgerald, en el último tramo de su vida, escribe para los estudios hollywoodienses para poder pagar la hospitalización de su mujer, pero el alcohol y un romance con otra mujer quiebra sus ánimos.
Partitura melodramática, típica en las producciones de su época, con melodías románticas y ambientales que dan un tono nostálgico al conjunto, destacando su delicado tema principal.