Cortometraje sobre dos chicos con Síndrome de Down que quieren asistir a un concierto de Alejandro Sanz en Valencia para conocerle en persona.
Bella y algo edulcorada creación que se sustenta en un tema con variaciones que enfatiza la vitalidad y el optimismo, con una melodía sentimental y optimista que evoluciona creciente desde un punto de partida íntimo, frágil, hacia un final expansivo y abierto. Es un buen propósito y una música clara y directa, pero su excesiva fragmentación a lo largo del cortometraje complica la implicación del espectador en su devenir, lo que mengua la efectividad de ese final.