Cortometraje. Una madre le cuenta un cuento a su hijo antes de ir a dormir. Es una historia extraña y algo siniestra sobre las falsas apariencias. Ya entrada la madrugada, el niño se despierta con la voz de su madre, que le llama desde la cocina...
Con muy poco el compositor aporta mucho. La entrada, el aterrizaje (de la audiencia) en la película es muy elegante, creando un colchón, un ambiente que permite liderar la escena a la mujer, sin intrusismo musical. El piano es una afirmación, clara. Luego el cello sampleado es una interrogación que plantea algo de calado dramático que no sabemos, e inmediatamente llega la advertencia. Curiosamente el piano es la mismísima respuesta a lo que planteaba el cello y que finalmente se resuelve en una palabra: amor.