En 1946, un niño deja a su empobrecida familia napolitana, tomando un tren para vivir con una familia acomodada del norte como parte de una iniciativa de posguerra para rescatar a los niños de la pobreza.
El compositor aplica una banda sonora emotiva y sentimental con un destacado tema principal que conoce variaciones y que se desarrolla apaciblemente, marcando las pautas del argumento y la evolución en las vivencias del niño. Un segundo tema, con violín como instrumento protagonista (lo toca el niño siendo adulto), aporta un aire refinado y elegante. En su conjunto es una obra sencilla, hermosa, sin mayores pretensiones.