Quinta entrega de la saga de videojuegos “The Elder Scrolls”. La historia gira en torno a los esfuerzos del jugador por derrotar al legendario dragón Alduin, quien según la profecía devorará el mundo empezando por Sovngarde, el lugar al que van destinadas las almas de los nórdicos honrados y honorables.
Reseña de Jesé Cabezas:
Probablemente la obra magna de la carrera del compositor. Tomando como base lo aprendido en los anteriores títulos de la saga crea una partitura épica, llena de sensacionales piezas minimalistas y ambientales que otorgan a la obra un cariz único. Desde el arranque del imponente tema inicial, formado por un coro masculino de más de treinta voces y una dirección de orquesta maestra, conseguimos adentrarnos de lleno en el mundo de fantasía medieval que se nos propone. Apoyándose en inteligentes reverberaciones de los coros e instrumentos sinfónicos crea autenticas atmosferas genuinas y preciosistas. El autor se esfuerza por aplicar un tono característico a cada lugar emblemático de este mundo, pero a su vez dotando a todas las piezas de una uniformidad y coherencia asombrosas; también se hace especial hincapié en que la música sea por momentos capaz de realzar el ambiente nórdico y frio del lugar, siendo estas piezas abstractas, mezcla de coro y sonidos graves prolongados. Con delicadeza y astucia el compositor va contrastando el uso de voces, masculinas o femeninas, con el resto de instrumentación y algún que otro efecto digital, para terminar de aportar un toque de magia a la música. Mención especial a las bellas composiciones creadas para los poemas y cantos de los trovadores de Skyrim.
Quizás por buscar un punto débil, pudiera haber algún tema que quizás nos parezca un tanto efectista o cumplidor, pero teniendo en cuenta que es una banda sonoro compuesta para un videojuego y que su duración total supera con mucho las tres horas de partitura, se puede decir que es un mal menor. Esta es musicalmente una banda sonora que dentro de la industria de los videojuegos dejará una huella firme y duradera. Un auténtico paso adelante en cuanto a cómo entender, abordar con profesionalidad y dotar de carácter un producto de estas características. Y como obra en solitario, es un trabajo digno de estudio, reflexión y ante todo, un autentico placer para los oídos.