Un pueblo español es atacado por vampiros y las desapariciones de los habitantes son múltiples. Las autoridades intentan combatirlos.
Banda sonora en la que el compositor ha debido trabajar con sintetizadores como emulación de la orquesta y coros. Lo compensa con el empleo del piano y la guitarra, pero destaca en sus melodías por el fuerte contraste entre una ambientación opresiva y gótica con un lirismo bello.
Las referencias son múltiples, pero se trata de un trabajo honesto que se circunscribe a su género. Tiene la virtud de trasladar a la partitura el enfrentamiento entre el Bien y el Mal que se narra en el filme. Se acompaña de Sueños (01).