Musical autobiográfico del realizador que narra cómo un coreógrafo y director de escena se enfrenta a la muerte tras una vida llena de excesos.
Para esta audaz película, se aplicó una audaz partitura, con amplitud de estilos entre los que se encuentran naturalmente el jazz, el pop, la música clásica o el rock, sobresaliendo con creces el espectacular número final, "Bye, Bye Love".