Un anciano y su esposa pasan el que será su último verano juntos, y en el transcurso del mismo viven una reconciliación con su hija.
Bellísima partitura, empleada de manera muy ocasional en la película, que se sustenta en dos tipos de música distinta: por un lado, un apacible y sensible tema al piano, destinado a retratar melódicamente el hermoso sitio en el que se desarrolla la acción y aportar un aire de placidez al conjunto. En segundo lugar, melodías ágiles y animadas para reforzar los momentos más alegres y dinámicos de la película.