Tres sevillanos discurren sin futuro, pero cuando les llega una mala noticia que afecta a la hermana de uno de ellos decidirán viajar a Nueva York, donde ella reside. La ciudad les dará nuevas perspectivas de la vida.
Amable y agradable creación con música ambiental y dramática. La primera se sustancia en algunas canciones (no del autor) y en temas urbanos que sintonizan con el entorno neoyorquino. La música dramática -que es lo mejor de la película- es íntima pero muy clara y transparente en sus pretensiones de resaltar la bondad y la inocencia de los protagonistas, que quedan unidos bajo el mismo paraguas musical. Su tema principal, bello y elegante, se inicia de modo germinal y austero para ir abriéndose a medida que transcurre el filme, y en el proceso el compositor inserta elementos moderadamente turbadores, que hablan de fragilidad y quiebro, aunque lo positivo es dominante y acaba por imponerse definitivamente. Otros temas -algunos con cálido jazz- siguen en esa línea y es destacado el uso del piano.