Película basada en la serie de libros Las aventuras de Enola Holmes (de Nancy Springer), sobre la historia de Enola Holmes, quien tras la misteriosa desaparición de su madre se unirá a sus dos hermanos mayores, el distinguido diplomático del gobierno británico Mycroft y el afamado detective privado Sherlock Holmes, para encontrarla.
Reseña de Juan Manuel Alcocer:
Daniel Pemberton, músico al alza desde que inició su carrera en el celuloide en 2009, explica respecto a este trabajo que "Ha sido un verdadero placer volver a escribir algo de música orquestal melódica y emotiva, combinada con un toque de extrañeza también", y también que "Desde mi primera reunión con Harry Bradbeer, el director, hablamos sobre crear una banda sonora llena de temas, misterio y sorpresa que encapsularan al personaje, pero también su camino. Espero que esta banda sonora permita a todos revivir las primeras aventuras increíbles de Enola Holmes".
Ciertamente, esta es una de esas bandas sonoras que dejan un buen regustillo en la primera audición y que en una segunda te muestra los matices que la hacen cumplidora de su función principal, el desarrollo del personaje a lo largo del filme con un tema principal que se va completando a sí mismo, lo que lo hace prácticamente omnipresente durante todo el filme. Para esta evolución se registran, principalmente, dos cortes específicos en el CD: Enola Holmes (Wild Child) y Enola Holmes (The Future Is Up to Us), el primero y último respectivamente. Pero aún así se puede observar su evolución durante toda la banda sonora ya que se integra en muchos de los temas subsiguientes. Como curiosidad (o fallo, según se mire) hay que señalar que el único tema dedicado a los famosos hermanos de Enola, Mycroft & Sherlock Holmes (corte 3), es en realidad el tema principal con una derivación más solemne y pausada que como se muestra en el tema inicial, lo se puede entender como dos perspectivas: una primera da entender que el tema principal pertenece a la familia Holmes y que Enola se lo adueña con su propia variante o una segunda donde se muestra a los dos hermanos mayores desde la perspectiva de Enola y por eso la utilización del tema.
El resto de la banda sonora la compone una variante de temas para enfatizar el misterio, la aventura, la acción y la cotidianeidad de la protagonista, los lugares que visita y la época en que se desarrolla (la Inglaterra Victoriana). Para ello el autor toma como recurso melodías que recuerdan a otras películas y series televisivas de la época como Downton Abbey (10) o Upstairs Downstairs (10) del propio Pemberton y otras composiciones para Sherlock Holmes como las de Zimmer para las cintas de Guy Ritchie, incluso Young Sherlock Holmes (85) de Broughton o, si se me apura, reminiscencias a la música de la famosa serie televisiva Sherlock (10). También posee unos bucólicos toques del Elfman más Burtoniano y al Williams de Harry Potter en los temas para el misterio, destacando Limehouse Lane (corte 14) y Tick Tock (23), donde se utiliza con solvencia el tick tok y las agujas de un reloj de pared para marcar el tempo del tema. Reseñable es también el uso de el piano solista en algunos cortes, destacando su uso en los 26 y 27 Enola & Tewkesbury Farewell y An Old Friend, y el de la voz femenina a modo de coro que acompaña con acierto algunos temas para ensalzar lo misterioso. Mención especial para el dicharachero tema Ha! (25) que da la sensación de que se trata de la versión de Enola de el Elemental o Que comience el juego de su hermano Sherlock.
En general esta banda sonora, sin ser de lo más destacable del año, cumple con la ambientación, la historia, las situaciones que evoca y sobre todo el desarrollo y la evolución del personaje. Se recupera al Pemberton más intimista y clásico sin olvidar el divertimento que tan buenos resultados ha dado. Una composición que roza el notable pero que no lo termina de conseguir por el acomodamiento en el género y los recursos que siendo efectivos y agradables al oído suenan a otras composiciones de la época, la temática y sobre todo a Holmes (Sherlock que no Enola).