La vida de un joven médico se trastorna tras sobrevivir a un grave accidente. A la manera de un nuevo Lázaro que retorna de la tumba, el protagonista intenta redimir acciones pasadas, y encontrar el verdadero sentido de un mundo que escapa a su razón.
Partitura en la que el compositor ubica la música en un nivel dramático contenidamente turbio, sombrío y nebuloso, donde hay espacio para un tono esperanzador que se va abriendo paso a medida que avanza la evolución de la música. Evita lo melodramático y, por el contrario, prima una austeridad muy bien controlada, fomentando una relativa sensación de ambigüedad, de algo que no se aclara suficientemente, lo que obviamente permite expandir las turbulencias del personaje protagonista. El uso instrumental y las voces son singularmente destacadas.