Tercera entrega de Secuela de The Equalizer (14) en la que el protagonista descubre que sus amigos están bajo el control de la mafia italiana y tiene que convertirse en el protector.
Tras dos entregas con música de Harry Gregson-Williams, el cambio de compositor no ha hecho cambiar las cosas a mejor, aunque sí hay cierta mejoría en lo que concierne a la música dramática, de todos modos escasa aunque interesante. En lo demás, es la música de siempre, para la acción y la ambientación, sin entidad alguna.