En una isla llamada Absolom los reclusos de una cárcel de máxima seguridad viven en un modelo de sociedad infernal en el que domina el más fuerte. Un hombre intentará escapar de ahí.
Banda sonora sustentada en melodías de sintetizador con las que el compositor evoca la idea de lo bárbaro y salvaje. Lo combina con música orquestal, para reforzar el anhelo de libertad del protagonista.