Un niño que vive en un orfanato de un barrio obrero de París, es adoptado por la criada de un conde y su marido, guardabosques. Acostumbrado a la vida en la ciudad, el chico llega a un mundo misterioso e inquietante, una región salvaje con un inmenso bosque, estanques y cultivos.
El compositor aplica una hermosa y emotiva creación para recrear un entorno de placidez y también de bondad, que se expande a medida que avanza el filme, y que es contestado y contrastado por temas dramáticos. Su tema principal es destacable.