Un físico nuclear está siendo vigilado por el FBI ya que se sospecha que es un espía al servicio de la Unión Soviética.
Para esta película sin una sola palabra hablada, la música fue determinante para mantener la tensión y narrar lo que sucedía en las emociones del personaje. Una banda sonora a la vez que muy descriptiva, explícita en lo que respecta al énfasis del suspense y de la tensión.