Filme de animación sobre un superespía y un científico que son polos opuestos pero que deben confiar el uno en el otro cuando el mundo está en peligro.
El compositor firma una dinámica banda sonora que desarrolla en territorios conocidos y suficientemente explorados por otros autores, no solo en el cine de animación, con obvias referencias a Schifrin y en menor medida a Barry o incluso a Giacchino, pero a pesar de los clichés y zonas comunes está en línea con otras obras suyas, como Spy (15) o A Simple Favor (18) Sucede aquí que la ausencia de un tema principal con suficiente entidad (el que hay es excesivamente básico) que sirva para estructurar el conjunto hace que globalmente sea una obra dispersa, algo apática e insípida, que solo destaca por algunos momentos que, aunque nada originales, son simpáticos.