Cuando una mujer recibe la noticia del suicidio de su madre, su conducta comienza a cambiar. Su marido, sospechoso, contrata a un detective.
La música proviene sustancialmente de fuentes diegéticas, por la profesión de la protagonista, una violoncelista. Hay poca música pero bien dosificada. Expresa la incomunicación de la mujer, sus silencios, que solo rompe con el violoncelo. Hay música también que delata el carácter enigmático del detective. Finalmente, en los créditos finales, la música toma un carácter más liberador.