Cortometraje de animación basado en el relato de Edgar Allan Poe, sobre un joven que se presenta en la mansión de los Usher para pedir la mano de su amada, pero su hermano se opone al matrimonio, alegando que ella padece una extraña enfermedad que acabará pronto con su vida. Esa misma noche, hechos sobrecogedores comienzan a ocurrir en torno a la misteriosa y siniestra casa.
El compositor aplica una música romántica, intensamente dramática y también gótica, que referencia de modo constante la desesperación y la desazón. Lo hace con refinamiento y solvencia, pero el problema en su aplicación es que se le otorga a la narración de Christopher Lee la prioridad absoluta y completa, dejando la música casi siempre en segundo término sonoro, y de este modo acaba por quedar plana y sin matices perceptibles.