Un infeliz joven alquila un apartamento para vivir con su insoportable padre y la amante de éste, y encuentra unos vídeos que revelan aspectos aún más sórdidos de su familia.
Partitura que fomenta un ambiente melódico neutral, algo desangelado, sustentado en lo acústico y en la percusión, así como en lo electrónico. No se implica emocionalmente en la película y contribuye a fomentar un sentido de irrealidad. Se incluye, junto con otras bandas sonoras, en el recopilatorio Mychael Danna: Music For The Films Of Atom Egoyan (96).