Película de animación con ocho episodisos que acompañan sendas piezas de música clásica bajo la batita de Leopold Stokowski.
Para este arriesgado filme, que de todos modos supuso un sonoro fracaso comercial en la trayectoria de Walt Disney, se emplearon, entre otras, la "Tocata y fuga en Do Menor" de Bach, "Cascanueces" de Tchaikowski, "El aprendiz de brujo" de Dukas -que fue el segmento que más repercusión ha tenido-, "La consagración de la primavera", de Stravinski, o la "Sinfonía Pastoral", de Beethoven.