Un hombre asesina a otro y tras estar huyendo de la justicia en el coche junto con su hija, decidirá arrojarlo por un acantilado y adentrarse en el bosque.
El compositor aplica una partitura ambiental y atmosférica, en la que inserta elementos dramáticos para resaltar cierta turbación y sentido de aflicción. Es una banda sonora de apariencia fría y distante, pero que acaba por resultar cálida y emotiva.