El propietario de unos pisos es asesinado y uno de sus inquilinos, un artista, sufre amenazas por parte de uno de sus vecinos y acaba por ser sospechoso del crimen.
Elaborada y sofisticada partitura realizada con teclados, violoncello, guitarra y percusiones, que contribuye a la recreación atmosférica de un entorno de intriga y suspense que, aunque no sea especialmente original, tampoco es efectista.