Comedia en torno a un detective de policía de Edimburgo maleducado, pervertido, misántropo y adicto a las drogas y el sexo.
El compositor arranca esta creación de una manera ligera, cómica y frívola, aventurando que lo que ha de venir es un partitura característica del género, para enfatizar la acción y la atmósfera festiva. Sin embargo, en un punto determinado, con la aparición de un tema -que será el principal- todo se transforma y esa música exterior pasa a niveles interiores, con un punto moderadamente dramático que expone una cuidada impresión de soledad y desazón, con cierto romanticismo. No es de todos modos un cambio radical, en tanto esta música se combina con temas para el entorno y la acción. Acaba con una gran suite de más 15 minutos que fusiona el espíritu de todo lo aplicado.