En el año 2065, los humanos intentan combatir una raza de aliens invasores, y una joven científico intenta descubrir sus secretos para combatirles.
Para la batalla de los humanos contra los extraterrestres, el compositor ha creado una partitura épica y grandilocuente, en la que distintos instrumentos toman protagonismo a lo largo de su desarrollo, los coros refuerzan lo apocalíptico y el desbordante sinfonismo dota de energía a todo el conjunto.
Afortunadamente, no recurre al estilo imperante en el Hollywood actual, sino que su evocación melódica es, en realidad, clásica y europea, lo que le sirve para efectuar un contundente contraste con la propia película y la dota de un cariz operístico, más innovador en sus pretensiones que en su forma de aplicación. En la búsqueda de una impresión de eterno e insalvable caos, inserta melodías románticas que expresan por su contraste la lucha de los protagonistas contra el fatídico destino.