Videojuego remake de Final Fantasy VII (97).
(Reseña de Ignacio Marqués Cuadra)
Extensa y espectacular banda sonora sinfónica y electrónica que ha contado con una inmensa producción musical, muy variada en temas y estilos pero que trata de mantenerse fiel al espíritu de la saga. Parte de una base bastante sólida (la muy estimable banda sonora escrita por Nobuo Uematsu para el videojuego original) que, para este remake, ha sido completamente actualizada y ampliada por un enorme equipo de compositores y arreglistas de primera línea en la industria de los videojuegos, entre los que han destacado particularmente Masashi Hamauzu como compositor principal, algunos adicionales de la talla de Yasunori Nishiki o Keiki Kobayashi con temas nuevos notables, y otros aún emergentes como Shotaro Shima, que también ha hecho uno de los mejores trabajos de adaptación y desarrollo de muchos temas originales de Uematsu.
El resultado final de aplicación en el videojuego es muy notable y sólido, superando probablemente el del videojuego original no solo por contar con una producción musical que es mucho mayor en cuanto a medios y más rica en matices musicales, sino por estar más desarrollada en lo que respecta al uso de los diversos temas para dotarlo de una línea narrativa mucho más definida, tanto en las nuevas cinemáticas como en las propias partes jugables. Con todo ello, se logra también un mayor alcance épico, lírico y dramático impecablemente dispuesto, tratando de no perder la esencia del original siempre en la medida de que todos los apartados del videojuego (historia, personajes, escenarios, jugabilidad, gráficos…) se han visto muy actualizados y expandidos. Por otro lado, cabe destacar que algunas partes son musicalmente más elaboradas e interesantes que otras debido, quizá, más a la variedad de estilos empleados (algo muy habitual en los RPG japoneses) que al elevado número de horas de música producidas o a la cantidad de participantes involucrados. No obstante, en su conjunto logra con creces engrandecer y aportar numerosos matices a toda la aventura, como también definir musicalmente algunos personajes (por ejemplo, el de Jessie) que no contaron con tema propio en el videojuego original.