Secuela de Flicka (06) en la que la adolescente protagonista se muda a un rancho de caballos en Wyoming a vivir con su padre. Pero todo cambia cuando se reúne con su caballo.
Un tema principal, abierto, evocador y lírico, abre y cierra las puertas de una bella banda sonora de amables y agradables melodías sinfónicas con puntual presencia de música folk y destacado uso de la guitarra. Se trata de una creación empática, elegante, sólidamente estructurada.