Tras un aterrizaje de emergencia el piloto es tratado como un héroe nacional. Sin embargo, cuando se pone en marcha la investigación para determinar las causas de la avería, se descubre que, probablemente, fue el propio piloto quien puso en peligro a los pasajeros a causa de su alcoholismo.
El compositor aplica una sobria y austera banda sonora dramática de componente intimista y moderadamente afligido, resuelta de modo más abierto y liberador en su bello tema final, de modo que la música es la expresión de las emociones del personaje.