El filme mezcla la comedia romántica, el drama histórico y el thriller conspirativo, y la música del compositor sigue esas líneas, que desarrolla y fusiona. El resultado es desequilibrado, algo confuso y no acaba de despegar, pues sufre demasiados altibajos, con momentos dinámicos y divertidos y otros en los que se intenta, sin demasiado éxito, asentar una perspectiva dramática más profunda. El compositor intenta estar en todas partes, presenciarse en cada uno de los momentos de una película que abusa de elipsis y montaje de secuencias para acelerar narración y tiempo y acciones en apenas unos segundos, lo que no funciona ni en lo épico, ni en la comedia, ni el suspense ni lo romántico. Pese a todo, y aunque no despega en ningún momento, cumple con los mínimos.