Comedia dramática de animación que se centra en la vida de Nikuko y su hija, que viven en un barco anclado en el puerto de la ciudad.
Reseña de Gabriel Yong:
Si bien en Kaijû no kodomo (19) el director había optado en por una ruta más vanguardista donde intentaba narrar el origen de toda la humanidad con un Hisaishi inspirado, aquí retoma una vía más clásica y sencilla en comparación, pero no dejando que la música sea nimia sino todo lo contrario, que fruto de su construcción dramática esta se convierta en el motor emocional del relato. El tema principal se aplica a la madre, enfatizando su tono amable, algo cómico, pero progresivamente se va volviendo más dramático y sentimental, llegando a salir del personaje cuando está lavando los platos y expandiéndose a su hija. El por qué sucede esto se revelará más adelante, tras la intoxicación y la estancia en el hospital. Cuando ambas se unen musicalmente, el tema estalla en sus máximas cotas de esplendor y emotividad. Una banda sonora elegante, delicada y hermosa.