El monstruo de Frankenstein, afligido por su soledad, decide crear una replicante femenina.
Partitura de terror en la que el compositor incluyó un delicado y bello tema romántico para la protagonista femenina, con el que expresó su inocencia y tristeza. Se incluye, junto con otras bandas sonoras, en el recopilatorio Hammer - The Studio That Dripped Blood! (02)