Londres vive bajo el terror de un peligroso asesino que mata a mujeres estrangulándolas con una corbata. El exmarido de una de las víctimas es sospechoso y huye de la policía decidido a probar su inocencia.
Partitura rechazada y sustituida por otra de Ron Goodwin, que se acompaña en esta edición. Las razones del rechazo, aparentemente, fueron que Hitchcock la consideró demasiado macabra, en tanto él buscaba un contrapunto, más ligero. Mancini había creado una banda sonora no temática -salvo el solemne tema inicial- y muy oscura, dramática. Ciertamente lo es, pero también carece de progresión, de pulso y finalmente de tensión, y queda muy por debajo del resto del filme, y algunas escenas incluso las perjudica. El tema inicial, a tenor de lo que el compositor compuso para el resto del filme, fue una obertura confusa, que abría unas expectativas que luego no eran aplicadas. Es posible que una mala época personal de Mancini -admitida por él mismo- se reflejara en una obra depresiva que en todo caso no se correspondía a lo que demandaba la película.