En Francia, a mediados de los años 70, una ex-bailarina y su marido, escritor, recorren el país mientras se distancian paulatinamente el uno del otro, hasta que llegan a un pueblecito junto al mar y entablan relación con algunos de sus habitantes.
El compositor aplica una música de austeras melodías y contenido dramatismo, en el que fusiona con habilidad un moderado sentido de melancolía con un tono de quiebro, de ruptura, frágil y dolorido. Lo desarolla mansamente, con momentos de mayor intensidad hasta llegar a una resolución más abierta y liberadora.