Un joven abogado de prometedor futuro acaba sumergido en redes mafiosas, de las que parece no saber cómo salir.
El compositor aplicó una música de notable intensidad dramática, muy solvente y en la línea de los clásicos del cine negro norteamericano de su época, con un tema principal de tono moderadamente devastador, pesimista, contrastado por momentos más líricos y esperanzados. Se incluye, junto con otras bandas sonoras, en el recopilatorio Hollywood: The Post-War Years 1946 - 1949 (80).