Precuela de Mad Max: Fury Road (15). Al caer el mundo, la joven Furiosa es arrebatada del Lugar Verde de Muchas Madres y cae en manos de una gran Horda de Motoristas liderada por el Señor de la Guerra Dementus.
Esta es la música que necesita la película para completarse y es del todo coherente con lo que se hizo en Mad Max: Fury Road (15). En cierta manera, esta música funciona también como precuela de la música del filme de 2015 en tanto incluye algunas de sus músicas y comparten muchos puntos en común estéticos y dramáticos. En esta ocasión, sin embargo, la música es menos llamativa, no suena con la misma notoriedad ni es tan contundente ni agresiva. Comparativamente, porque naturalmente es muy notoria, es contundente y agresiva. Pero si es así lo es por coherencia de George Miller con respecto al filme que es continuación y por lógica tiene un grado de evolución.
La banda sonora es casi por completo de texturas rítmicas electrónicas, con constantes bajos distorsionados, instrumentos procesados y el duduk como el más orgánico de todos, con el que se aporta lo más cercano a la idea de humanidad en un mundo inhumanizado y apocalíptico. Es una música incómoda y desagradable, que no ha sido hecha para un CD sino para una película que es incómoda, desagradable y que quiere hacer sentir eso a la audiencia. En este sentido, su caos y visceralidad, su amalgama de ideas cruzadas y no desarrolladas, su suciedad y su estética son las adecuadas para ser ubicadas en un mundo donde cualquier idea de música (orden, armonía, belleza) ya no existe: un ejemplo diáfano es la música que rodea al villano Dementus, tan primaria y arcaica, tan animal. No es casual que la música más cercana a lo real y lo humano está en la ruta de la protagonista por encontrar el camino a su hogar y hacer justicia.
Esta es una banda sonora al completo servicio del espectáculo, mucho más del espectáculo que de la historia que se relata, y ciertamente los personajes son trazados musicalmente con brocha gorda, de modo elemental y básico, sin sutilezas. Pero la celeridad del filme y lo apabullante en lo visual no daba margen para mucho más.