Un cazatalentos de baloncesto fracasado descubre a un fenomenal jugador de baloncesto callejero mientras está en España y ve la oportunidad de volver a la NBA.
Rseña de Javier González:
El compositor firma una música ambiental sin pretensiones narrativas, mezclando su característico estilo experimental y electrónico de atmósferas y texturas combinado con ritmos y bases más urbanas, cercanas al jazz o al rap. En este drama deportivo protagonizado por el jugador de baloncesto español Juancho Hernangómez, la aportación de Deacon está muy lejos de grandes partituras del género. Teniendo en cuenta que la película transcurre en Philadelphia y cuenta incluso con una alusión directa a Rocky (76), se habría agradecido un pequeño guiño musical a Conti, detalle que hubiera enriquecido la obra pero que no llega en ningún momento.
La película cuenta con una gran cantidad de música preexistente, canciones de rap y funky que ambientan convenientemente el mundo de la NBA y el baloncesto. El gran acierto de Deacon es aprovechar el espacio libre entre canciones para construir un discurso sencillo que cumple a nivel emocional en dos ámbitos: temas dinámicos muy competentes para las escenas de entrenamiento y baloncesto, con protagonismo del piano y la batería. Por otro lado, temas sentimentales para los momentos intimistas y motivacionales, una música sin pretensiones que funciona relativamente bien, aunque por momentos pueda sonar a anuncio publicitario para unos cursos cutres de superación personal. En definitiva, una partitura sencilla pero competente.