Videojuego expansión de God of War: Ragnarök (22). Tras los eventos de Ragnarök, Kratos atisba un futuro que nunca creyó posible y que le llevará a las orillas del Valhalla. Con la sola compañía de Mimir, Kratos se embarca en un viaje profundamente personal y contemplativo que pondrá a prueba su cuerpo y mente a través de los retos del Valhalla. Epílogo de la historia de God of War: Ragnarök.
Reseña de Ignacio Marqués Cuadra
Esta breve expansión de God of War: Ragnarök (22) funciona a modo de segundo epílogo del videojuego en el que Kratos se ve sometido a una serie de desafíos relacionados con su pasado en Esparta. El equipo de colaboradores de McCreary –Sparks & Shadows– desarrolla prácticamente toda la música de esta expansión reutilizando muchos de los temas centrales de God of War: Ragnarök. El tema de Kratos vuelve a tener gran importancia, siendo una música que está dentro del personaje, que lo explica interiormente y que en algunos momentos de euforia en los mayores combates va de dentro hacia fuera, expandiendo su poder. El tema de las valkirias se aplica en las zonas del Valhalla en las que ellas se encuentran cerca, expandiendo su etérea aura por todo el escenario. Sin embargo, dos son los nuevos elementos musicales que elevan notablemente el interés de esta expansión:
El desafío de Tyr:
Toda la historia de God of War Ragnarök: Valhalla se desencadena a través del dios Tyr, quien desafía a Kratos a realizar una serie de pruebas invitándolo al Valhalla. Dado que Tyr no tenía asignado ningún tema central en God of War: Ragnarök se crea uno nuevo para el personaje. Lo más interesante de su aplicación narrativa es que, como ya ha hecho McCreary en otros proyectos, el tema se anticipa desde el principio –antes de que sepamos que el tema pertenece al personaje– pero haciendo siempre referencia a quien está tras este desafío al que Kratos ha sido invitado. Cuando Kratos se encuentra con Tyr y descubre que todo había sido obra suya, el tema cobra ya todo su sentido en el personaje, su pertenencia musical, dominando con especial fuerza mediante el uso de poderosos coros masculinos durante los diferentes enfrentamientos contra este dios nórdico.
El pasado de Kratos:
El desafío al que se somete Kratos confrontando su propio pasado en el Valhalla también es llevado a la música. Para ello, se han rescatado numerosos temas musicales de la trilogía original de God of War (05) entre los que destaca el poderoso tema principal de Gerard Marino. La coexistencia de estas músicas preexistentes con las de la saga nórdica de McCreary generan un contraste muy interesante a nivel instrumental, orquestal y coral pues se incorporan numerosos instrumentos mediterráneos antiguos, se utiliza un estilo musical cercano al de la trilogía original y se produce el evidente cambio de registro y de lengua en las voces; todo ello conviviendo con el estilo musical adoptado por McCreary para la saga nórdica. En algunos casos, la música del pasado griego choca de frente con la del presente nórdico. Pero en el epílogo se produce un bello diálogo entre ambos estilos musicales y entre ambos temas principales (el de la saga antigua y el de la nueva) a modo de resolución interna del personaje, explicando así la música que ha superado los traumas de su pasado y abraza su nuevo lugar en el presente.