Una madre se obsesiona con sacar adelante a su recién nacido. Pero el niño tiene una desmesurada hambre de... sangre humana.
Partitura ambiental en la que el compositor recrea, con cierta sofisticación instrumental, un entorno críptico, desolado, por momentos demencial. A ello contribuye el uso de una voz femenina o incluso una versión pervertida del Canon de Pachelbel.