Unos refugiados sirios, un profesor de inglés de Afganistán y un guardia fronterizo, se encuentran en la frontera polaco-bielorrusa durante la última crisis humanitaria en Bielorrusia.
La crudeza y dureza de lo expuesto en este filme es retratada musicalmente con una partitura sobria, que no se focalia en el sufrimiento ni en la violencia sino en un posicionamiento externo, de observación. Un motivo melódico con cello y evoca el bosque que rodea a los personajes y lo trata como si fuera un espacio desolador y opresivo.