Secuela de The Grudge (04), en la que una mujer queda expuesta a la misma maldición que sufrió su hermana y debe hacer lo indecible por sobrevivir.
Siguiendo la línea estilística emprendida en la anterior entrega, el compositor vuelve a ofrecer una partitura compleja, opresiva y densa, pero con mayor concesión a lo melódico. Se muestra igualmente violento y obsesivo y está muy coherentemente unificada.