Un día el mundo se paraliza cuando un grupo de viajeros en el tiempo se transporta desde el año 2051 para entregar un mensaje urgente: La Humanidad está perdiendo la guerra mundial contra una especie alienígena letal. La única esperanza de supervivencia es que los soldados y los ciudadanos del presente sean transportados al futuro y se unan a la lucha.
Reseña de Manuel Báez:
El compositor firma una banda sonora mediocre, sobrecargada de música épica y efectos tipo trailer, que produce una sensación de arbitrariedad constante. La banda sonora se convierte así en un colchón de sonido que termina por generar la impresión de que cada escena del filme es igual a la previa, sin llegar a establecer un tono emocional adecuado ni aportar nada mínimamente relevante a la narración. Hay un par de temas que se aplican a diferentes pasajes de forma indiscriminada, en especial uno que pareciera querer ser el principal, de corte épico y claramente rescatado de trabajos previos de Balfe. Su uso, en muchas ocasiones, parece más fruto de una tirada de dados que de una intención narrativa, y en ningún momentos se asocia con algo concreto, ya que aparece para representar cosas diversas como la esperanza, la lucha, o hasta las relaciones familiares. Por otra parte, para la representación de la amenaza alienígena recurre constantemente a los sonidos tipo trailer antes referidos, y aunque al comienzo funciona para crear tensión, se abusa tanto de este recurso a lo largo de las dos horas de metraje que termina por provocar monotonía y ser predecible. Se hace, además, un uso de los clichés que resulta extremo: ruidos en graves para generar tensión constantemente; en las escenas más dramáticas o evocativas, un piano cargado de reverb con un tema anodino; metales en quintas y melodías y, finalmente, vuelta al ruido. En definitiva, una banda sonora que no contribuye en nada al conjunto de la obra, sino que, más bien, convierte la película en un espectáculo tedioso e indistinto.